Ahora parad, descansad por un momento y pensad.

Somos un universo de contrastes.
Somos completamente diferentes y a la vez iguales.
Te amo en color y en blanco y negro, a voces y en silencio…

No hace falta que te diga que la fuerza no tiene color, que el amor no tiene color, que la pasión no tiene color, que la bondad no tiene color.

Las fronteras las ponemos nosotros.

Espero que estos trozos de cariño en forma de fotos os hagan felices, os unan más si cabe y sean el principio de algo sin principio ni final.