La vida es para los valientes. Esta es una de esas frases lapidarias cargadas de empuje y energía positiva que se me pasan por la cabeza cuando trabajo para gente como Lorena y Carles, bueno, cuando me divierto como fotógrafo de bodas para gente como esta genial pareja. Desde el día que los conocí supe que eran gente especial y que no me he confundido. Poco a poco hemos labrado una amistad que podréis observar en estas fotos que ellos os regalan. Porque realmente esta entrega de su intimidad es un verdadero regalo. Yo he tenido la suerte de compartir mucho con ellos y sus familias y la única forma de agradecérselo es con un puñado de fotos que les recuerden toda la vida lo que dos personas pueden llegar a amarse.
Por otro lado, una vez más puedo reiterar mi opinión de que el día de la boda no es día de fotos… si quieres unas buenas fotos vestidos de boda, no hay nada mejor que una postboda… recuperar los vestidos y revivir esos momentos.
Y para terminar, ¡qué pena Carmela que no estuvieses allí con nosotros! Lo habrías pasado genial.
Un abrazo enorme para todos.