De esto que quieres hacer fotos que reflejen lo que en realidad somos.
Somos la pura realidad que nos envuelve. Somos lo que vemos por la ventana cuando nos levantamos, lo que pisamos de camino a cualquier lugar…
La rutina nos coloca unas ateojeras como a los caballos que nos impide mirar nuestro entorno, que nos impide fijarnos en los tesoros que acumulamos. Pero la belleza está ahí, junto a los maizales segados, en las laderas de un río o en un campo de tierra fértil recién arado.
Que cuando pases por aquí por la mañana, camino del trabajo, ya no veas una cerca… que lo veas como lo que es, un lugar de la vida, de tu vida.