Detrás de este reportaje hay una bonita historia, una historia que me afecta y me incluye. En un principio pensé no compartirlo, bien por no parecer presuntuoso, bien por dejar algunos secretos en el lado más íntimo… pero, después de este largo recorrido, creo que os lo debo… que se lo debo a todo el que pasa por esta casa que es la vuestra.  Hace cinco años una pareja genial me dio la oportunidad de hacer mi primera boda, mi primer trabajo como fotógrafo de bodas. En aquella boda, toda la suerte quiso que una preciosa chica de Mallorca se fijase en mi trabajo… y, tanto ella como su novio, en silencio, estos años han venido empujándome con sus megusta, con su compañía discreta. A principios de año me contaron sus planes: querían que les acompañara en su día… hicieron lo posible y lo imposible. Creo que ha sido una de las experincias vitales más bonitas. Volver a esta amada isla, hacer fotos en uno de los rincones más bellos que jamás he visto: Torrent de Pareis. Espero que os guste. Gracias como siempre por todo. Gracias Mar, gracias Juan.