Tarde de risas, miradas de preciosos borregos, olor a sol y paja seca…, con preciosos amarillos: color del calor.
Siempre he dicho que fotografiar la vida de las parejas es como hacer un tour por sus vidas. Las vidas de Lola y Tomás están profundamente unidas a los animales, a la naturaleza y al mundo rural de un precioso pueblo en la frontera entre las provincias de Cáceres y Badajoz: Alcuescar. Esto fue lo que quisimos plasmar en las fotos de preboda: la felicidad que sienten los seres humanos cuando se relacionan con los animales, cuando se integran con la naturaleza o cuando te invitan a conocer las calles de su pueblo… en definitiva, de cómo cada cuál es uno mismo.
Quiero enviarle un abrazo bien fuerte a Falete, ese asno que veis abajo, por lo bien que posó y el buen rato que nos dió.
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