Cada tortilla de patata es diferente. Cada barriga de embarazada es diferente. Cada boda es diferente. El guión es el mismo pero protagonistas y escenarios varían. Muchas veces me he preguntado cómo son esos ejecutivos de multinacionales que trabajan en una planta 25 de una torre de Madrid, que toman aviones y que ven las series en versión original. Ahora lo sé. Vienen a ser como tú y como yo, solo que con una capacidad de trabajo extraordinaria. Así son Pilar y Alberto. Dos tiburones de los números y el trabajo duro de día y dos cariñosos gatos de noche. Dando mil y pico vueltas Pilar dio con este mortal. ¿Te vienes a Granada? Sin duda. Y una boda echó a andar. Con una preciosa preboda a los pies de la Alhambra (que pronto veremos), y una finca junto a cientos de álamos, Pilar y Alberto se olvidaron de los atascos, de los metros y de los horarios. Sirvan estas humildes fotos para retratar lo que las palabras no me dejan contar.